jueves, 14 de febrero de 2013

Impresiones sobre DELITOS Y FALTAS, por Néstor


El pasado jueves debatimos sobre Delitos y faltas (Crimes and Misdemeanors, Woody Allen, 1989) en el cineclub Itinerantes:
  • Cuando Judah, el oftalmólogo interpretado por Martin Landau, le está diciendo a Dolores que no pede seguir viviendo dos vidas, da la impresión de que no siente nada por Dolores, sino por su esposa.
  • Parece creíble cuando la mujer rubia que lleva puesto un vestido rojo afirma que Lester (Alan Alda) se decantaría por la izquierda política.
  • Antes de eso, Cliff (Allen) resulta un tanto sumiso mientras camina detrás de una mujer.
  • Me parece sumamente interesante la sensación de desesperación que transmite Dolores (Anjelica Huston) mientras está hablando por teléfono, vestida sólo con una bata amarilla.
  • Cuando Judah está hablando con Ben, el hermano de Lester, ambos tratan temas de matiz filosófico, pero de una profundidad muy pobre.
  • Cuando Dolores le llama estafador a Judah, él se enfurece terriblemente, pero de súbito parece estar como implorándole piedad.
  • Cuando Barbara (Caroline Aaron) empieza a llorar delante de su hermano Cliff, resulta inverosímil.
  • La escena en el coche, durante la tormenta, entre Judah y Dolores resulta patética, por la insistente acumulación previa de situaciones de similar índole.
  • Muy subyugante resulta el cuarteto de cuerda que suena durante el minuto 50, por la conexión resultante entre las imágenes (Dolores caminando) y dicha música, como si estuviese todo pensado para acompañar esa música concreta. La siguiente vez en que se hace uso de esa misma música, el efecto ya no resulta igual de interesante artísticamente.
  • Cuando se comienzan a recitar versos dickinsonianos deja mucho que desear.
  • Cuando el oftalmólogo entra en la casa en que afirma haber vivido hace muchos años, y le cuenta a la mujer que vive allí que antes su familia estaba muy unida, logra conmoverme verdaderamente.
  • Me resultó sumamente gracioso cuando Cliff se refiere conturbado al "poco decente modo de despedirse del mundo" del profesor o filósofo: "Me voy por la ventana".
  • Cuando Judah afirma, en el local donde se está tocando el piano, que cree en Dios, su esposa estropea toda la emoción lograda contestándole que él había bebido demasiado.
Martin Landau hace un trabajo de indiscutible calidad en Delitos y faltas. Su personaje se sirve del teléfono para conectar con una parte de sí mismo que su moral rechaza.

2 comentarios:

  1. Muy acertada la observación sobre la música. Woody Allen declaró en una entrevista que para las escenas con música de Schubert (las que mencionas) realizó las tomas con la música ya seleccionada en mente.

    Gran aportación el artículo, gracias por compartir tus observaciones con los demás. Un abrazo :)

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  2. Estas pinceladas críticas me intrigan muchísimo. Tendré que ver la película...

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