sábado, 6 de abril de 2013

ISPANSI! (ESPAÑOLES), por Rafa

El pasado 21 de marzo comentamos en el cineclub de Itínera la película de Carlos Iglesias "Ispansi! (Españoles)" (2010), seleccionada por el compañero Rafa, que además se documentó sobre los aspectos históricos que refleja el film y nos realizó una completa presentación. Ahora, es también el propio Rafa el que nos ofrece una panorámica sobre lo que les ocurrió a aquellos llamados "niños de la guerra":

La película Ispansi cuenta la historia de los niños españoles republicanos en Rusia, y de una relación entre una mujer de ideas falangistas y un hombre de ideas republicanas. Esta relación no creo que pudiera existir en los tiempos en que ocurre esta historia, pero el director de la película lo que quiso transmitir es la reconciliación entre las dos españas: que por encima de tus ideales se puede convivir, cada uno con sus ideas, mientras que con la guerra sólo se consigue rencor y odio.

Los niños republicanos marcharon a países como Rusia, Inglaterra, Bélgica, Francia, México y Suiza. Al acabar la Guerra Civil Española, todos volvieron a España, menos los que fueron a Rusia. La causa por la que se marcharon de España fue el miedo a las represalias de los nacionales, y por los bombardeos a la población civil, sobre todo a partir de los bombardeos a Durango y a Guernica. La mayoría de estos niños eran del frente norte, sobre todo vascos y asturianos.

Embarcaron en navíos de los puertos de Valencia, Asturias, País Vasco, y al final de la guerra, de Barcelona. Algunos barcos hacían escala en puertos de Francia o Inglaterra, y hacían trasbordo a otras naves. Algunos se quedaron en estos países, pero la mayoría fueron a Rusia. La travesía fue problemática: en algún barco, como en el "Habana", durmieron en las bodegas.

A su llegada a Rusia, fueron recibidos por muchos rusos que salieron a la calle para aclamarlos. Lo primero que hicieron los rusos fue tirar las ropas, ducharlos, y hacerles un reconocimiento médico. A los niños que tenían tuberculosis los enviaron a balnearios al lado del Mar Negro. Al resto los mandaron a casas de niños. Les sorprendió mucho ver a mujeres ocupadas en trabajos que en España estaban reservados a los hombres. En las casas de niños no sólo había niños españoles, llegaron con ellos de España profesores y educadores. Entre los niños también estaban los sobrinos de Antonio Machado.

"Niños de la guerra" practicando gimnasia en una de las "casa de niños españoles" en la URSS (fuente).
La educación que recibían consistía en materias en español y ruso, como gramática, literatura y costumbres españolas, y el idioma ruso y su Constitución. Para ellos era una novedad el hacer gimnasia todos los días. Cuando volvieron a España, siguieron con la costumbre de hacer gimnasia y andar para estar en forma, cosa por la que en la España de aquella época, sobre todo a los primeros que llegaron, les tildaron de locos. Parte de los niños españoles estudiaron con becas en las casas de jóvenes. Algunos estudiaron más tarde carreras universitarias, y a otros los metían en la escuela de oficios, para después trabajar en las fábricas, y se les daba la opción de trabajar y estudiar al mismo tiempo.

Cuando los alemanes intentaron conquistar Rusia empezaron las penalidades para los niños: faltaba comida y tenían que ser trasladados a lugares más seguros, lejos del frente. Pero nunca dejaban de dar clases. Los niños de más edad trabajaban en fábricas o se alistaban en el ejército ruso.

Al morir Stalin, los niños españoles pudieron retornar a España gracias a un acuerdo entre las dos partes. Muchos volvieron en 1956 y a su llegada a España, al puerto de Valencia, les hicieron un carnet de refugiados, les cogieron las huellas dactilares y les interrogaron. Los americanos que estaban en sus bases de España también les interrogaron para obtener información sobre el funcionamiento de las fábricas rusas. Pero algunos tuvieron que volver a Rusia, porque sus parejas rusas no se aclimataron a vivir en España. Los comienzos fueron difíciles, no todas las familias de España quisieron acogerles hasta que pudieran encontrar trabajo y una vivienda. En algunos lugares los curas les presionaban para que se casaran y bautizaran a sus hijos en la religión católica. Con el paso de los años vino más gente de Rusia, sobre todo a partir de la Perestroika.

Cuando estaban en Rusia nunca se olvidaron de España, enseñaban a sus hijos el idioma y las costumbres españolas, unos conocimientos que en algunos casos pasaron después a sus nietos. Los españoles en Rusia se solían reunir en el Centro Español que había en Moscú.

Jóvenes españolas del Instituto de Idiomas extranjeros durante la 
manifestación del 1º de Mayo en Moscú en 1949 (fuente).

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